Quién hubiera pensado que alguna vez, allá por la década de
1530, el término “bullying” solía ser usado como una palabra de afecto, para
ser más específica, “sweetheart”, traducido al español como “cariño” o “amor”. Esta
expresión ha ido deteriorándose durante el siglo 17 pasando a significar “fanfarrón”,
palabra que tenía conexión con “amante” y “ rufián” y que se le relacionaba con “matón”
(bully en inglés). Sin embargo, dicho término se popularizó en setiembre del
2004 a consecuencia de una tragedia que generó una alarma social en el país Vasco
y en España.
"¡Libre, oh, libre.
Mis ojos seguirán
aunque paren mis pies!".
"Hondarribia fue mi vida
mi tesoro y mi altar.
Son mis ojos hoy dos perlas
que se adentran en su Mar.
En su Cielo plateado
una Luz fulgura allá
es mi estrella, soy 'Nik, Jokin'
esplendor de Dignidad".
"Ni el silencio del cordero,
ni la injusta impunidad
pondrán fin al Inocente.
Si juntamos nuestra voces,
si apretamos nuestras manos,
nuestros pasos en tus ojos seguirán"
Estas fueron algunas de las últimas palabras que dejó escritas
Jokin Ceberio, un niño de 14 años quien decidió suicidarse desde lo alto de la
muralla de Hondarribia, País Vasco, España, en septiembre de 2004. Jokin venía
sufriendo el acoso de sus compañeros desde hacía muchos meses. Las incesantes amenazas, humillaciones, insultos, golpes, palizas, lo llevaron
a una depresión profunda que culminó en su muerte.
Todo empezó en 2003, cuando no supo controlar sus
esfínteres frente a sus compañeros de clase a causa de un malestar estomacal.
Desde ese entonces se convirtió en el blanco de las burlas y las humillaciones
que más tarde se excederían a los golpes. Jokin pasó el resto del año
aguantando las agresiones de sus compañeros.
Al año siguiente, al comienzo del curso, los
golpes fueron más frecuentes; incluso sus
agresores, tres de ellos hijos de profesores, amenazaron a otra alumna que fue
testigo de las palizas y le aseguraron que si abría la boca ella también los
recibiría. Jokin comenzó a faltar al instituto.
Pero fue cuando el mismo centro advirtió a los
padres de Ceberio sobre la ausencia de su hijo en clases que éste decidió
romper el silencio. Se levantó la camisa dejando al descubierto los moretones
que tenía en su cuerpo mientras se negaba a declarar los nombres de los
agresores ante sus padres “¿Qué queréis,
que me maten a ostias si te digo quiénes son?”
Luego de que sus padres se enteraron del infierno que su hijo vivió en el
instituto pensaron en poner una denuncia, pero el centro les convenció de que
el conflicto se intente solucionar dentro del ámbito escolar. Fijaron el 22 de
setiembre como la fecha para reunirse con los padres de los agresores, sin
embargo Jokin no consideraba la idea de aguantar lo mismo, incluso algo peor,
luego de aquella reunión. Estaba dispuesto a ponerle fin a todo esto.
Para el 21 ya tenía planeada su escapatoria.
Durante la madrugada del mismo día cogió su bicicleta, se dirigió a la muralla
de Hondarribia y se arrojó al vacío. Su cuerpo fue encontrado al día siguiente
por la tarde mientras unos niños jugaban por el lugar.
Su muerte hizo sonar la alarma social, política y
educativa, y ha generado múltiples debates. Pero, lamentablemente y como es de
conocimiento de todos, no se ha logrado frenar el fenómeno.
Jokin Ceberio Laboa
Jokin Ceberio Laboa había sufrido, como efecto de
la conducta desplegada por sus agresores, un trastorno disociativo que provocó
una reacción depresiva aguda, cuya evaluación y alivio hubiera precisado una
terapia, dirigida por un psiquiatra, para implementar las estrategias de
afrontamiento precisas para integrar emocionalmente la traumática experiencia
vivida en su
biografía vital.
Más de la conmovedora carta que escribiera Jokin antes de coger su bicicleta la madrugada del 21:
"Libre,
como el sol cuando amanece yo soy libre,
como el mar,
libre, como el ave que escapó
de su prisión y puede al fin volar
libre, como el viento que recoge
mi lamento y mi pesar
camino sin cesar
detrás de la verdad
y sabré lo que es al fin la libertad.
Con su amor por bandera se marchó
cantando una canción,
marchaba tan feliz que no escuchó
la voz que le llamó
y tendido en el suelo se quedó
sonriendo y sin hablar
sobre su pecho flores carmesí
brotaban sin cesar.
Libre,
como el sol cuando amanece yo soy libre,
como el mar,
libre, como el ave que escapó
de su prisión y puede al fin volar
libre, como el viento que recoge
mi lamento y mi pesar
camino sin cesar
detrás de la verdad
y sabré lo que es al fin la libertad."
Muralla de Hondarribia
Por: Claudia Vásquez Salvatierra
Fuentes:
que lamentableque tengan que pasar esta cosas para que las personas tomen conciensia de la vida y lo que significa vivir te recordaremos las personas que emos leido esto y sentimos un dolor al saver tu trajedia graciassy descansa en paz amigo Jokin Ceberio Laboa
ResponderEliminaryo tambien lo siento ya que era e primo de mi padre y me quede paralizado cuando me lo dijeron
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